Saturday, April 28, 2007




"El dinero de hoy
no te sirve, no importa, no lo verás.
Solo me quedas vos,
el consuelo es poderte abrazar".
A.Sokol

Sunday, April 22, 2007

Cara de perro

Sumisión esclavista. Guardias nocturnas medievales. Jerarcas de la vida. Y yo pensando que la cadena era solo animal. Que la ley de la selva era solo en la selva, y que el ser humano más grande no existía. Yo no mando a nadie, nadie te manda. Te ordenan con odio y a la noche se masturban con la imagen de esas flexiones agobiantes que ellos mismos obligaron. Sumisión esclavista y voluntaria. Ceden su libertad. El siglo XXI les resbala. Siguen jugando al odio, al enojo y la mentira. Y ya no saben qué hacer. El progreso los desafía, pero ellos esquivan. Esquivan la paz, el encuentro y el humanismo. Para la creación divina nadie es igual a nadie, pero todos somos iguales. Ellos no lo entienden. El título los delata. Nadie entiende su jerga, nadie busca entenderla. Algunos se ríen, otros se asustan, otros se preguntan, y yo estoy en esto último: ¿Para qué? ¿Por qué?...
Un tipo me saluda como si yo fuera uno de ellos. No entiende que soy joven y que este siglo –con todos sus males infinitos- me está enseñando a buscar otras cosas. No entiende, no se ubica. Piensa que la lucha tiene sentido. Piensa que los de afuera somos mediocres, y sin eufemismos cagones. Piensa que la patria es Dios, y que Dios es la patria. Que los puntos limítrofes de nuestro país no son paisajes de la naturaleza, sino sitios de sangre y discordia. Piensan poco, poco piensan. Les hacen pensar los que quieren. Lo que deberían o no deberían pensar. Ellos mandan, y la línea del pensamiento es muy difusa. Ceden su dignidad, es lo que quieren. Y son valientes para todo, menos para buscar su propio camino, su propia libertad.

No me llames señor.
No me hables con rifles mediante.
No me saludes con señas bélicas.
Hablemos de igual a igual.
Aunque yo no sea valiente como vos, y aunque me asuste que tu traje camuflado esté “a mi entera disposición”.