Tuesday, July 24, 2007

Daniel Jeremías

A Daniel Jeremías el mundo le da asco. Vomita por los rincones, siempre, casi siempre, trozos desperdiciados de soberbia y arranque, como si quisiera desquitarse con algo, o algo quisiera desquitarlo a él, quién sabe.
Daniel Jeremías camina por la vida y cuando no vomita silba: tango, canciones de Madonna y Bon Jovi, algo de Mozart y el último disco de Patito Feo que consiguió en un puesto del Parque Rivadavia como parte de canje del álbum blanco de los Beatles. Él es así: multifacético, mil caras, corazones y sonrisas. Aunque no por eso deje de vomitar ante este mundo tan asqueroso que ven sus ojos.

Daniel Jeremías todavía recuerda la última vez que lloró. Fue el 5 de agosto de 1998, día que había empezado soleado hasta que una nube se cruzó en su camino y empezó a gotear. Qué rara esta naturaleza, pensaba Daniel al mismo tiempo que el mundo comenzaba a hablar del calentamiento global y sus consecuencias. Calentamiento que le atrajo la calvicie, los nervios, y gotas de humedad cargadas de angustia esquizofrénica y dolor…tanto dolor. Pobre Daniel Jeremías, rezaban las viejas de Flores cuando lo veían cruzar la Avenida Rivadavia. Pobre sus padres, tíos, y sus difuntos abuelos que lo miraban desde el cielo con las cejas levantadas, como cuando alguien las levanta por sorpresa o piedad, ¿decepción o tristeza?
Lo cierto es que su vida fue lo más parecido a un panqueque: de acá para allá, te toco y te dejo, te doy vuelta, te endulzo un poco la vida y cuando quieras acordar alguien ya te comió la ilusión de estar rodeado de dulce de leche por un tiempo, un tiempito, aunque sea una capa, una simple capa del dulce de leche más barato de la góndola.

Daniel Jeremías no murió. Nadie sabe dónde está, ni siquiera dónde duerme. Algunos lo vieron caminar por el Parque intercambiando figuritas de Pokemón ultra-violeta. Otros dicen que sigue canjeando discos de los Beatles. Y la versión más creíble es la de un tal José, trabajador del Parque Rivadavia, que aseguró haberlo visto en su puesto de libros dejando novelas de Borges como parte de pago de las biografías completas Guido Suller y Juan Domingo Perón… ¿Novelas de Borges José?...Novelas inéditas que el mismo Daniel Jeremías había escrito con Jorge Luis en la quinta de las Ocampo. Y después andan diciendo por ahí que el escritor más prolífico del país no escribió ninguna novela. A Daniel Jeremías hay que preguntarle, solo a él.

3 Comments:

At 5:54 PM, Blogger macanudas* said...

tenès una facilidad para llevarnos del mundo real que vomita daniel geremìas a las ficciones increibles de borges que es admirable.
no sòlo eso, sino que ademàs tenès ese ingrediente tan tuyo... esas ironìas que pasan de infantiles a crueles y reales llegando a dar escalofrìos.

hoy descubrì tu otro blog, 'efemeridesdegotas'... y leì gachu de nuevo.

porque lo que màs me gusta de tus textos es que tienen un estilo, que al menos para mì, es muy tuyo.
un estilo especial que te deja escribir de cualquier tema, con cualquier setinimiento y/o circunstancia a cuestas.

debe ser por eso, que leer un comentario de 'gabriel' en desdelapanza nos genera cierta especial satisfacciòn.

saludos señor,
que como poder puede... y muy bien y muy lindo.

 
At 7:09 PM, Blogger malena said...

Es sumamente masoquista que Daniel Jeremías (que vomita porque le da asco el mundo) se compre una biografía de Guido Suller, no?

Y todavía me trato de imaginar, como este tipo, Daniel Jeremías, puede vomitar y silbar al mismo tiempo...

Qué personaje más particular ha relatado usted, míster

 
At 5:20 PM, Blogger macanudas* said...

El pequeño Daniel Jeremías, me hace acordar a la gran ciudad..Ese Buenos Aires que absorvió, tango, Borges y Cortazar, buena música y mucha intelectualidad. El mismo, que hoy consume Tinelli y todos sus programas, y escucha Damas Gratis sin parar.

Meg

 

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